Entre la fabricación de un producto por parte de la industria hasta su consumo real por parte del destinatario final, pueden transcurrir días o incluso meses. Por ello, en la gestión de la cadena de suministros, el seguimiento del llamado shelf life es una acción fundamental para mantener la calidad y seguridad de los artículos puestos a disposición al consumidor.
El gran problema, sin embargo, es que muchas empresas terminan enfrentando dificultades para gestionar este punto, abriendo espacio para el desperdicio y los riesgos para la salud del cliente. En la realidad de los supermercados, por ejemplo, donde es común tratar con una amplia variedad de artículos, cada uno con características específicas, el control estratégico del shelf life es una tarea aún más compleja, que requiere herramientas específicas y mucha organización.
Debido a la importancia del shelf life para la eficiencia de la cadena de suministros, hemos preparado este artículo para aclarar mejor este concepto y mostrar cómo es posible desarrollar un control más estratégico sobre él. ¡Continúa leyendo y compruébalo!
¿Qué es shelf life?
Shelf life no es más que la vida útil de un producto, es decir, el cálculo del período promedio en el que se puede considerar perfecto para el consumo, manteniendo sus características originales de sabor, textura, color y calidad.
En la práctica, shelf life es un atributo de suma importancia para los productos alimenticios, principalmente porque es un género perecedero y sufre una gran interferencia del medio ambiente desde el momento en que se fabrica o almacena para su comercialización.
¿Por qué este concepto es tan importante?
La importancia de controlar shelf life se presenta desde dos perspectivas: la del consumidor y la de la empresa. Desde la perspectiva del consumidor, shelf life es importante porque está directamente asociada con la calidad y seguridad de los productos consumidos. Es el estricto control de este concepto el que garantiza la oferta de productos en excelentes condiciones y libres de agentes nocivos para la salud, principalmente.
En el contexto de las empresas, la gestión de shelf life demuestra su importancia para asegurar el cumplimiento de normas sanitarias y de protección del consumidor, evitando sanciones que puedan dañar directamente la imagen del negocio.
Shelf life también es un punto clave para la eficiencia operativa, ya que su gestión es uno de los pilares para reducir el desperdicio de mercancía por perecimiento y otras fallas, como errores en el proceso de almacenamiento y exposición.
¿Cómo se calcula el shelf life de los productos?
El cálculo de shelf life no es una operación tan simple, ya que involucra una serie de factores. Su marco inicial es la fecha de fabricación del producto, pero considera un conjunto de variables e interacciones que la mercancía sufre con el medio ambiente a lo largo del tiempo. Entre estas variables, podemos mencionar:
- proceso de producción;
- ingredientes utilizados;
- presencia, o no, de conservantes;
- condiciones de transporte;
- tipo de envase;
- la forma como se almacenan y se ponen a disposición los productos;
- modelo de higiene en la manipulación de los artículos;
- temperatura y humedad;
- tiempo hasta el consumo, entre otros.
Incluso de forma más técnica, las características sensoriales, como el color, el aroma, la textura y el sabor del producto, así como los atributos biológicos como la composición química, también se consideran en el cálculo de shelf life. Todos estos puntos requieren pruebas especializadas, siguiendo estrictos estándares de la industria.
También vale la pena señalar que shelf life no ignora las acciones tomadas después de la venta del producto. Por esta razón, muchos artículos tienen orientación para el consumidor sobre el consumo y la manipulación después de abrir el envase, por ejemplo.
¿Cómo administrar mejor el shelf life?
Especialmente en el comercio minorista, la gestión de shelf life es una tarea compleja, ya que hay una gran cantidad de artículos a controlar. Por esta razón, los gestores y gerentes deben tener una metodología eficiente para controlar lo que sucede con los productos, asegurando que siempre se vendan dentro de los estándares de calidad ideales.
Para ello, existen buenas prácticas y herramientas que pueden optimizar este trabajo. A continuación, les citamos algunas. ¡Conózcalas!
Cuente con una herramienta especializada
Hoy en día, la tecnología es una de las grandes aliadas de los negocios cuando se trata de controlar shelf life. A partir de soluciones especializadas, las empresas son capaces de monitorizar todo el ciclo de vida de los productos, desde el momento en que se fabrican hasta que se ponen a disposición del consumidor.
El uso inteligente de datos y la automatización de procesos promovida por software, por ejemplo, permite la gestión de inventario de una forma más eficiente, evitando el exceso de productos y, en consecuencia, se superan las fechas de vencimiento.
De esta manera, el uso de datos permite realizar ajustes en los horarios de abastecimiento, optimizando el proceso de compra y distribución para evitar que se almacenen productos más sensibles y puedan sufrir algún tipo de daño. Es decir, esta es una forma de asegurar la acción conjunta de la tecnología, distribución y logística.
Preste atención al almacenamiento
El almacenamiento de productos es uno de los puntos más importantes en el control de shelf life. Esto se debe a que es en ese momento cuando se acaba produciendo la mayoría de las pérdidas. En este sentido, existen diferentes atributos que necesitan ser evaluados rigurosamente.
Inicialmente, es fundamental comprobar la estructura física del entorno en el que se almacenan los productos. Es necesario que el local cuente con las condiciones ideales de temperatura, humedad y luz, por ejemplo.
Además, el volumen del inventario también debe considerarse desde la perspectiva de shelf life. El inventario de gran tamaño, por ejemplo, puede obligar a la empresa a conservar los productos durante períodos de tiempo más prolongados, lo que puede ocasionar su perecimiento y pérdidas financieras.
Lo ideal es que el inventario de cada artículo está en línea con la demanda y el shelf life. De ese modo, por ejemplo, los productos más sensibles deben reemplazarse con más frecuencia y comprarse en menos volumen.
Considere alteraciones químicas
La forma en que se almacenan los productos tiene un impacto directo en su shelf life. Al desarrollar un envase, estableciendo indicaciones de consumo y limitando el plazo de validez, por ejemplo, la industria tiene en cuenta diferentes especificaciones que deben cumplirse estrictamente.
Todos estos aspectos también deben ser considerados por los minoristas, especialmente en el momento del almacenamiento. Hay artículos que sufren alteraciones químicas con más facilidad, si no se empaquetan o manipulan correctamente.
Finalmente, como se pudo comprobar, el control de shelf life de los productos es un tema de gran relevancia dentro de la cadena de suministros, principalmente porque tiene una relación directa sobre la calidad y seguridad de las mercancías puestas a disposición del consumidor, lo que impacta en la imagen empresarial.
Además, el control de shelf life es fundamental, sobre todo para un funcionamiento eficiente, en el que se minimizan los desperdicios y se planifica la composición del inventario para asegurar no solo la disponibilidad, sino también las perfectas condiciones de consumo de cada artículo.
¿Le ha gustado este contenido? Aproveche para seguir leyendo y obtener más información sobre la calificación de la cadena de suministros.