¿Dónde está la responsabilidad de las empresas cuando hablamos de cadena de suministros sostenible? ¿En los procesos operativos internos, en actitudes específicas para ahorrar energía y agua y educación ambiental? También, por supuesto. Todo esto es importante y ayuda a solucionar una parte del problema al que nos enfrentamos.
Pero el deber de la empresa también está antes y después del proceso de producción. ¿Qué significa eso? Queremos decir que la sostenibilidad necesita acompañar el negocio desde la recolección de la materia prima, pasando por la producción y llegando a la entrega de productos al consumidor.
Para ser más claros, estamos hablando de una cadena de suministros sostenible, que asegura la conciencia ambiental en todos los procesos, flujos y en el ciclo de vida de los productos. Y eso incluye la reducción de desperdicios, exploración controlada de recursos, procesos sostenibles y otras prácticas que toman en cuenta los impactos causados en el medio ambiente.
Cadena de suministros sostenible
Una cadena de suministro sostenible también incluye procesos que eliminan y reducen los impactos en la naturaleza. En este sentido, el punto principal es precisamente la lógica de supply chain.www
Cuando la cadena se guía únicamente por las ventas internas entre los eslabones, tenemos un problema que, invariablemente, llega al medio ambiente. Se lo explicamos. Imagínese el flujo: la industria fabrica sus productos y necesita venderlos. Para ello, negocia con distribuidores y directamente con algunos minoristas. Estos dos eslabones, a su vez, compran en grandes lotes para evitar falta de mercancías y también para obtener descuentos y mejores condiciones de envío.
Dentro de esta lógica, los productos llegan a los puntos de venta y muchos de ellos no salen o se quedan con un resultado por debajo de satisfactorio, ya que solo estaban alineados internamente y no con la demanda real del consumidor final y sus intereses.
Allá en el inicio del proceso, la industria sigue produciendo solo pensando en lo que vendió a sus eslabones de la cadena. Como resultado, los minoristas y los distribuidores, saturados, pueden dejar de comprar. Esto da lugar a cuatro impactos importantes en el medio ambiente.
1. Desperdicio: sin la salida esperada, los productos terminan encallando en el inventario, generando un gran desperdicio. Esto se agrava cuando pensamos en el sector de alimentación, donde los artículos tienen fecha de caducidad y se echan a perder en un momento determinado. Además de la pérdida de alimentos, muchos materiales de embalaje van a la basura.
2. Mal aprovechamiento de recursos: cuando continúan produciendo pensando en vender a los próximos eslabones, muchos recursos son mal utilizados, cuando podrían ser reubicados.
3. Eliminación: estos productos desechados también producirán un inmenso volumen de gases CO2 en su descomposición.
4. Transporte: estas ventas generan una demanda logística que no se aprovecha bien, trayendo junto más emisiones de CO2 y aún más tráfico caótico.
Cadena alineada al ritmo del consumo
En Neogrid, creemos que la cadena de suministro debe estar alineada por el ritmo del consumo, siguiendo la demanda del consumidor final. Es este importante actor del proceso que desencadena el gatillo para el flujo de supply chain. En cuanto el consumidor no compre, nadie vende.
Por ello, ofrecemos soluciones de visibilidad que permiten a los eslabones de la cadena tener una visión de los números diarios de inventario y ventas al consumidor final.
En esta lógica, la industria, minoristas y los distribuidores negocian los productos pensando en la demanda del consumidor, en lo que realmente están comprando. Entonces, en lugar de enviar un lote grande de un solo producto, envía una carga variada y compuesta por artículos que tendrán más sentido en determinados contextos.
Además, la industria puede planificar su producción de una manera más precisa y optimizada, fabricando los artículos apropiados, en la cantidad y en el momento correctos.
Así, las empresas evitan todos los problemas mencionados anteriormente. Reducen considerablemente el desperdicio, optimizan el proceso logístico y pueden mejorar el aprovechamiento de los recursos.
La sostenibilidad en los procesos de supply chain
En medio de este proceso, existen actividades que también generan un impacto en el medio ambiente. Basta apenas pensar, por ejemplo, en cuántos documentos emiten diariamente las empresas que necesitan pasar de un eslabón a otro, como pedidos y facturas.
Creyendo en la sostenibilidad ambiental y económica, desarrollamos soluciones que minimizan este impacto. Solamente EDI, que realiza el tráfico de datos entre empresas, evitó la emisión de 664,9 millones de documentos impresos en cinco años, salvando así, la tala de miles de árboles.
Otro impacto que hemos reducido está en el proceso de entrega de los productos. Las filas de camiones en las zonas de carga y descarga pueden provocar días de espera y toneladas de productos en mal estado. La solución Programación de Dársenas automatiza este trabajo, lo que permite a los minoristas organizar mejor las entregas.
La relación entre clientes y proveedores
Piense en una heladera. La eficiencia energética de este producto evolucionó del queroseno al uso mucho más económico de la electricidad, con heladeras con sello A de eficiencia emitido por el Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología (Inmetro).
Bien, en la parte de la ingeniería, las empresas resuelven un problema creando un producto que consume poca energía. Pero ¿y el resto? Whirlpool, fabricante multinacional de electrodomésticos y propietaria de las marcas Consul y Brastemp, es un ejemplo de empresa que gestiona su cadena de suministro. Lo realiza a través del Código Global de Conducta del Proveedor.
Con el documento, se establecen principios que los proveedores deben seguir para continuar realizando negocios con Whirlpool. Para garantizar el cumplimiento, la empresa realiza auditorías anuales. En 2017, fueron 177 en todo el mundo. Cuando hay incumplimientos, la empresa toma acciones correctivas e intenta ajustar la situación de los socios de negocio.
Ejemplo de Samsung
Otro ejemplo de una empresa que gestiona los aspectos ambientales de su cadena de suministro es Samsung, el gigante mundial de la electrónica. La empresa creó la Certificación de Socio Ecológico. El programa, entonces, evalúa el cumplimiento de los proveedores en relación a estándares de control de sustancias utilizadas en productos y por el sistema de gestión de la calidad ambiental.
Samsung también lleva a cabo auditorías y evaluaciones periódicas para verificar que los proveedores hayan mantenido los patrones. Quienes tienen los mejores resultados tendrán más oportunidades de negocios y beneficios en relación con la compañía.
Por tanto, la sostenibilidad favorece al medio ambiente y a la sociedad. Los recursos bien utilizados, la naturaleza preservada y los procesos adecuados generan calidad de vida, empleo e ingresos.